Neumonía

< ir a categoría "Respiratorio"
< ir a categoría "Publicaciones más recientes"

Muchas de las veces cuando sentimos dolor de cabeza, tenemos fiebre o estornudos, o el no podemos mover nuestro cuerpo ya que tenemos el “cuerpo malo”, podemos encontrarnos ante un problema respiratorio tal como un resfrío o una gripe, la que sin darnos cuenta nos contagiamos de alguien con quien tuvimos contacto. En algunas ocasiones, cuando estos síntomas se incrementan, podemos encontrarnos ante un episodio comúnmente conocido como pulmonía: la neumonía.

La neumonía ocurre cuando existe una infección en la zona más profunda del árbol respiratorio, la cual se debe principalmente a que el agente infeccioso ingresa por la vía aérea, lo que nos deja en riesgo de adquirir esta patología sin previo aviso.

A pesar de que existen varios tipos de neumonías, las más comunes son aquellas en donde algún virus o bacterias son los responsables, y aunque la mayoría de las veces la enfermedad es tratada y controlada a la brevedad, en casos como niños pequeños, adultos mayores o personas con su sistema inmune deprimido, la neumonía puede incluso llegar a ser mortal.

Síntomas

Es importante destacar que la presencia de los síntomas no indica literalmente una neumonía, ya que se asemejan a síntomas respiratorios generales o de otra índole. Sin embargo, la exacerbación de éstos es un indicador importante de sospecha de neumonía. Algunos de los síntomas a considerar son:
- Fiebre prolongada durante 3 o más días.
- Tos con flema, de coloración amarillenta o verdosa.
- Dificultad respiratoria, ahogos, sensación de falta de aire.
- Malestar general, falta de ánimo y de apetito.

Tratamiento

El tratamiento con antibióticos, el reposo, la hidratación y el cuidado en el hogar son muchas veces suficientes para recuperarse de una neumonía. Sin embargo, en algunas ocasiones el cuadro respiratorio se acentúa y se hace necesaria la intervención de personal calificado.

El kinesiólogo es el encargado de realizar la terapia respiratoria, en dónde mediante la utilización de diversas técnicas manuales se procede a la eliminación de flemas abundantes que favorecen la dificultad respiratoria, se mejora la ventilación pulmonar con lo que el paciente logra respirar mejor y se realizan ejercicios con los que el paciente puede controlar la respiración y así exigirse menos al respirar.

Prevención

No existe forma de evitar que una bacteria o virus ingrese a nuestro organismo, pero algunos consejos preventivos pueden ayudar a que esto no ocurra.
- Mantener una adecuada ventilación de la casa y lugar de trabajo.
- Hidratarse con alrededor de 2 litros de agua diarios.
- Evitar mantener contacto directo con personas que presentan un cuadro respiratorio en etapa aguda.
- Lavarse siempre las manos con abundante agua y jabón.
- Evitar el consumo de tabaco.


NOVOKIN
Kinesiología a domicilio

Publicado en Junio de 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario